Me siento feliz como voluntaria porque estoy haciendo la diferencia en mi país y sobre todo, sirviendo de manera positiva. Me siento satisfecha por haber tenido la oportunidad de ser voluntaria y poder tocar la vida de las personas a través de mi servicio. Además fue muy retante para mí porque soy estudiante de maestría y dividir mi tiempo para poder ofrecer mi servicio fue un reto para mí, pero, pude crear el balance y poder cumplir con ambos. Ser voluntaria me ayudo a darme cuenta de todas las necesidades que pasan los puertorriqueños y lo importante que es el servicio voluntario para poder ayudar a levantar a Puerto Rico tras el paso del Huracán María.